En estos días las entidades que nuclean al sector agropecuario han hecho sentir su fuerte oposición a los cambios propuestos por la administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para el cálculo del impuesto a las ganancias en las exportaciones de cereales y oleaginosas. Este reclamo se suma al que vienen efectuando desde hace más de un año para eliminar las retenciones (impuestos a las exportaciones) que gravan al sector.
Corto y largo plazo en economía son categorías que no dependen del transcurrir del tiempo.
El corto plazo esta vinculado a la posibilidad de aumentar la producción de bienes y servicios a partir de una mejor utilización de la capacidad instalada, es decir, sin promover nuevas inversiones. De allí, que el corto plazo refiera a la reducción de la capacidad ociosa disponible y la plena ocupación de los recursos existentes, ya sean humanos o físicos. Para alcanzar este propósito se suele estimular a los diferentes componentes de la demanda agregada, fundamentalmente el consumo y el gasto público, que se han revelado como los instrumentos más eficientes de reactivación económica. De esto trata la macroeconomía y de allí la preocupación por el presente del fundador de esta disciplina, John M. Keynes, que se refleja en la conocida frase "en el largo plazo todos estaremos muertos".
¿Nos conviene el Alca? ¿Qué nos ofrece la Unión Europea? ¿Hay qué insistir con Brasil y el Mercosur? ¿Argentina debe "hacer la suya" o hermanarse a sus pares?
La curva mundial de rendimientos se invirtió durante un extenso período de la postdevaluación de la economía de Argentina. Los principales Bancos Centrales del mundo dieron a conocer un sostenido proceso de alzas en sus tasas de interés de referencia dirigido hacia los mercados financieros, al mismo tiempo que los rendimientos en los mercados de capital y largo plazo en muchos mercados del mundo, entraban en una tendencia a reducirse siendo impulsados descendentemente por el gran crecimiento del volumen endógeno de la liquidez internacional, transformando simultáneamente las condiciones para el crecimiento de muchas economías, el comercio internacional y las bases de los mercados de commodities industriales, agropecuarios, etc., entre otras circunstancias.
En un reciente artículo ("La economía de especulación en la picota" publicado en La Gaceta de Económicas, mayo del 2003) basado en una investigación sobre el comportamiento de las principales firmas de Wall Street acusadas de vender "pescado podrido" a sus clientes, el Prof. Víctor Beker de la Universidad de Buenos Aires, destaca la forma y facilidad con que estas empresas han engañado y estafado a los ahorristas que confiaron en ellas.
La reforma del sistema de jubilaciones y pensiones de Argentina ha sido y sigue siendo uno de los temas mas controvertidos de la política económica de los 90. El nuevo régimen, denominado Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), fue instituido por la Ley 24.241 y entro en vigencia el 15 de julio de 1994.
No viene al caso discutir esta ley de la economía real con los tradicionales detractores de la industrialización en paises emergentes sino, mas bien, analizar lo sucedido en Argentina para tratar de entender las causas profundas de nuestra crisis y, en particular, el grave problema de desocupación y exclusión que nos afecta.
Todo análisis sobre el presente y futuro de la Argentina debe tomar en consideración la realidad del sector agropecuario atento su importancia en el quehacer productivo. Una de las principales fuentes de información para el estudio de la problemática económica, técnica y social de ese sector es el Censo Nacional Agropecuario, que periódicamente realiza el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
La expansión de los mercados accionarios es uno de los fenómenos económicos más importantes de la última década, que se manifiesta en el fuerte incremento en la valorización de las bolsas y en la mayor difusión de la tenencia de acciones entre la población. Actualmente, la capitalización accionaria a escala global supera el PBI mundial mientras que en 1990 no alcanzaba a la mitad. En EEUU la tenencia de acciones entre la población, directamente o a través de fondos, supera los 12 billones de dólares mientras que una década atrás era de sólo 2 billones de dólares. En el mismo periodo, el número de estadounidenses que posee acciones pasó de 50 a 85 millones.
"Todos cuantos predijeron el colapso de ese "castillo de naipes" que era la economía norteamericana deben estar exhaustos. No hay amenaza de ningún colapso del dólar. La estabilidad financiera, la productividad vigorosa, la flexibilidad y el dinamismo hacen de Estados Unidos uno de los lugares preferidos para invertir capitales; su afluencia costea los grandes déficit de cuenta corriente del país. Continuará haciéndolo hasta que, al final del arco iris, Japón o Europa se comparen favorablemente con el clima de inversión norteamericano.
El camino elegido por el presidente Bush para sacar a los Estados Unidos de la grave crisis económica y de sus malas perspectivas está produciendo una profunda conmoción en el escenario político mundial. La justificación esgrimida para atacar a Irak sólo resulta creíble para los deseosos de desatar su venganza contra alguna nación árabe. Para el resto resulta claro que el régimen de Saddam es una amenaza que el mundo puede controlar y que la guerra de Bush no es una cruzada contra el mal.
A inicios de la década del 90 se inició en Argentina, como en la mayoría de los países latinoamericanos, un proceso de reforma del Estado de gran magnitud. Desmantelamiento para algunos, puerta de entrada al primer mundo para otros, la privatización de los servicios públicos generó una polémica que continúa hasta hoy.
La cosecha 2002/03, estimada en 71 millones de toneladas, será la más grande de la historia argentina, superando la anterior en mas de un millón de toneladas. Esto ha sido posible debido a la concurrencia de circunstancias favorables, tanto de carácter técnico como económico, que se tradujeron en un aumento del área sembrada y la mejora en los rendimientos de los cultivos.
La poca claridad de la dirigencia argentina por plantear una salida nacional frente a la actual crisis económica se refleja en la devoción que desde diferentes sectores se rinde a la Generación del 80 y su supuesta claridad para definir un proyecto de país. Paradójicamente, esa actitud incluye a quienes, presumiblemente, expresan un compromiso con un desarrollo de carácter autónomo.
El sector automotor es un buen indicador del desarrollo industrial de un país y de la situación de su economía. Las ventas de automóviles y equipos de transporte expresan la vitalidad de la demanda doméstica, en particular el poder adquisitivo y la confianza de los consumidores de clase media, mientras que las exportaciones de vehículos son un buen termómetro de la competitividad de la industria manufacturera y de sus posibilidades.