¿Qué puede aprender América Latina del éxito fenomenal de China de los últimos 25 años? En este breve artículo, basado en una selección de textos efectuada por ClubMacro, se condensa la opinión de Dani Rodrik, un reconocido profesor de Harvard para quien el éxito de los países asiáticos reside en el enfoque explícitamente productivista de sus políticas económicas, que contrapone al fracaso de las políticas pro mercado aplicadas en A. Latina.
En el año 2000 los gobiernos líderes del mundo, en el marco de las Naciones Unidas, asumieron el compromiso de mejorar la situación de los postergados. En ese contexto consensuaron un plan de acción que comprende ocho objetivos fundamentales para lograr un mundo mejor, los denominados Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD), y 18 metas específicas a alcanzar en el transcurso de los siguientes 15 años.
Uno de los aspectos más graves de la Argentina de los últimos 40 años es la pobreza de ideas y la ausencia de pensamiento estratégico, siendo la educación uno de los campos mas afectados. Una expresión de esto son las magras conclusiones, resultantes del debate abierto por el Gobierno Nacional sobre la próxima ley de educación, más apropiadas para ser exhibidas en un museo de ideas que integrar una propuesta de futuro. Casi un siglo atrás pensadores socialistas y radicales fueron mucho más originales y profundos en sus propuestas educativas e, incluso, los conservadores de la generación del 80 llevaron a la práctica iniciativas de mayor audacia.
El nivel educativo y científico de una sociedad juega un rol clave en su desarrollo económico y social. Diversos estudios hechos a nivel mundial muestran las ventajas de aquellos países que a lo largo de su historia han puesto énfasis en fomentar la capacitación de su población y la investigación científica.
La diferenciación de los productos manufacturados tiene gran importancia en la preferencia de los consumidores y se traduce en grandes diferenciales de precio. La más difundida de las diferenciaciones está relacionada con las marcas comerciales, celosamente protegidas por registros nacionales e internacionales. En los últimos años esta creciendo la disputa respecto a ciertas especialidades relacionadas con características particulares vinculadas a factores naturales o procesos de elaboración propios de ciertas regiones o países (Denominación de Origen).
El llamado techo de cristal impide que las ejecutivas alcancen cargos directivos pese a tener excelentes condiciones de liderazgo. Aunque las mujeres participan cada vez más de la población económicamente activa los puestos de dirección les están en gran medida vedados. Éste no es un fenómeno propio argentino ni un hecho del Tercer Mundo ya que también en los países centrales existe lo que ha dado en llamarse el “techo de cristal”.
Una característica de la historia económica argentina son sus marcados Ciclos de expansión y recesión. La dificultad por mantener una senda de crecimiento sostenido encuentra diferentes líneas de interpretación. Para unos (los más ortodoxos) es consecuencia de una excesiva intervención del Estado que obstruye el funcionamiento de los mercados. Para otros, el problema es más complejo e incluye aspectos estructurales como la existencia de estructuras productivas desequilibradas que dificultan la consolidación de un sector industrial competitivo. En el marco de esta interpretación Argentina estaría infectada con el virus responsable de la patología económica conocida como “enfermedad holandesa”.
La experiencia de desarrollo de Irlanda sigue asombrando. En una nota publicada en marzo del 2003 (El modelo Irlandés) se ofrecieron algunas líneas de interpretación para entender como un país donde a fines del 80 se sucedían los conflictos y se encontraba estancado, endeudado y con un alto nivel de desempleo logró en pocos años convertirse en una de las economías más dinámicas del mundo. El presente artículo retoma aquellos argumentos y actualiza la información.
El comercio tiene una importancia creciente en el contexto económico mundial, ya que la porción de la producción que se destina al mercado externo viene aumentando de forma sostenida. En los últimos 50 años el volumen físico de la producción global creció 8 veces mientras que el volumen de exportaciones aumentó 25 veces (en valor 150 veces). Una consecuencia de este fenómeno es la mayor interdependencia de las economías y la necesidad de incorporar la perspectiva internacional en las decisiones domésticas. De allí la importancia de destacar algunas características que presenta el comercio global.
En las últimas décadas se ha venido acentuando la desigualdad y la exclusión en el mundo. Cada vez es mayor la brecha entre países industrializados y en desarrollo como así también la diferencia entre pobres y ricos al interior de las naciones. Las consecuencias de esta situación son múltiples y ya se están produciendo importantes cambios en la dinámica económica, la estructura social y la participación política. La presente nota se encuentra centrada en el análisis de la situación en la principal potencia mundial, los Estados Unidos.
¿Pueden las instituciones microfinancieras enfocarse en los pobres, tener un impacto relevante en su nivel de vida y ser financieramente autosuficientes? La respuesta es sí. A continuación se analizan dos casos exitosos, los programas Crecer de Bolivia y Share de la India, dos países en los cuales gran parte de la población nace, vive y muere en condiciones de pobreza extrema.
Vivimos en un mundo globalizado, en el cual el intercambio de bienes y servicios es cada vez mayor, al igual que la movilidad de capitales, tanto de inversiones como especulativos.
Reglas claras. La experiencia de los países que han logrado desarrollarse exitosamente muestra la necesidad de contar con reglas claras, que se mantengan en el tiempo y que no se modifiquen con cada cambio de gobierno. Para ello, resulta necesario que los principales actores de la sociedad (partidos políticos, gobierno, empresas, sindicatos) se pongan de acuerdo sobre un modelo de país y de esa manera dar estabilidad política y económica.Si las reglas de juego y quienes deben aplicarlas cambian constantemente, ya sea en contenidos o interpretación será difícil obtener buenas inversiones y proyectos de largo alcance ya que sólo se verán interesados en producir en el país aquellos atraídos por exageradas ganancias de rápida realización.
Nuestra historia como país es un claro ejemplo de marchas y contramarchas, signadas de profundas crisis políticas, económicas y sociales. Es difícil encontrar un período histórico de desarrollo sostenido en el tiempo, salvo el transcurrido desde Caseros hasta la crisis del 30. Creemos que para ser una nación exitosa se requiere el esfuerzo del conjunto de la sociedad y para ello es necesario alcanzar un consenso nacional que siente las bases de un plan para el desarrollo de la república.