Ambos vocablos, economía y ecología, tienen origen en el vocablo griego 'oikos', que significa hogar.
La ecología estudia los sistemas naturales. Las actividades económicas (uso de recursos para satisfacer necesidades humanas) tienen un impacto ambiental. Por ejemplo, si una porción de bosque se tala para producir alimentos en esa porción de tierra, esto puede impactar en la disminución de la población animal y vegetal, la erosión y desertificación del suelo, anegamientos, posible pérdida de biodiversidad, etc. Muchos de estos efectos pueden ser irreversibles.