Proyecto Económico

Las decisiones y proyectos económicos apuntan siempre en la misma dirección.

En el proyecto de presupuesto para el año 2006 no se prevén cambios en el sistema tributario. Es más, el gobierno ha venido diciendo que el único impuesto que considera “distorsivo” es el de las transacciones financieras (impuesto al cheque), por lo que parece haber dejado de lado definitivamente la pauta establecida en la mismísima plataforma electoral del actual presidente, en el sentido de tender a liminar progresivamente las llamadas retenciones a las exportaciones, que en verdad son derechos de exportación. A fin de año deberán votarse las leyes que extienden los llamados impuestos de emergencia, tales como Ganancias, Bienes Personales y el citado impuesto al cheque. Muchos tal vez no tienen presente que la Constitución Nacional determina que los llamados impuestos directos deben ser votados y aplicados por las provincias, por lo cual que lo haga la Nación solamente puede permitirse en estado de emergencia. El viejo impuesto a los Réditos (hoy a las Ganancias) subsiste en tal condición desde los años 30. Esto tiene relación directa con la coparticipación federal, un tema del cual nos ocuparemos en profundidad en algún momento, pero que pone en manos del Estado Nacional ingentes recursos que se reparten según determinados criterios, y a ellos se suma en los últimos años la entrega de los llamados ATN (adelantos transitorios de la Nación) a determinadas provincias para atender necesidades de diverso tipo.

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El índice de precios, a todo esto, sigue contenido por una diversidad de controles directos e indirectos que ejerce el gobierno, tales como acuerdos de precios de cortes cárnicos o lácteos, los propios derechos de exportación, el cuasicongelamiento de las tarifas de todos los servicios públicos, los boicots ordenados desde la tribuna presidencial, etc. Así las cosas, el alza registrada durante agosto parece que su ubicará entre el 0,5 y el 0,7%, y ya sobre finales de dicho mes, nuevos anuncios tales como la prohibición de faenar animales vacunos de menos de 300 kg, y en curso de la semana que acaba de conluir las amenazas a las petroleras con un incremento en los derechos de exportación (que hoy por hoy están en el 45% del valor bruto exportado), a través de las expresiones del presidente que dijo textualmente que “ya sabemos las medidas que tenemos que tomar” en el caso de que se avance con un incremento en el precio de las naftas. Como reiteradamente hemos señalado, se trata de amenazas cumplibles mediante simples decretos de necesidad y urgencia, con lo cual la seguridad jurídica jamás sentará las bases para lograr un desarrollo sostenido.

Es por eso que continúan surgiendo nuevos planes de promoción en industrias, pymes, regiones, etc, con el objeto de lograr que algunas inversiones vengan al país. En esta línea se inscribe el proyecto de producción de un teléfono celular nacional, que demandará una inversión de $ 3.000.000.-, de los cuales $ 800.000.- aportará el Estado. Como decimos, lástima que no se nos da a nosotros una ayuda de un porcentaje semejante para emprender nuestra labor cotidiana. Y a todos, claro está.

La realidad es que sin esa ayuda evidentemente el proyecto no parece viable, y con esa ayuda, el precio de venta final del producto está altamente subsidiado por el Estado, que requiere para ello fondos del erario que contribuyen a impedirle entre otras cosas que baje los impuestos distorsivos.

El desastre acontecido en EEUU ante la llegada del huracán Katrina dejó fuera de funcionamiento a varias refinerías y provocó una tendencia a la suba adicional del petróleo, aparte de crear incertidumbre respecto de la política monetaria futura norteamericana, haciendo que algunos fondos de inversión se vuelquen a los llamados mercados emergentes, como el nuestro, provocando de ese modo una suba de los bonos surgidos del canje de la deuda que treparon por este efecto hasta un 8% en una semana. A lo expresado se suma que la tasa de largo norteamericana sigue siendo baja (4,5%) agregando incentivos adicionales.

Por su lado, la provincia de Buenos Aires, ha informado que se ofrecerán créditos por U$S 800.- millones dentro del tercer tramo del plan denominado Fuerza Pyme a través el Banco de la Provincia. Los créditos se otorgan con subsidios por lo que la tasa que se cobra es del 5% para un año y hasta el 8% para cuatro años. En este sentido cabe señalar que las tasas subsidiadas a unos sectores son abonadas por otros que no resultaren favorecidos, originando por lo demás las consabidas pujas sectoriales, traducidas en los clásicos lobbies para poder “entrar”, como ocurre siempre con todo tipo de planes promocionales.

En otro orden, se ha profundizado el diálogo entre el Mercosur y la UE para avanzar en una liberación multilateral de la Organización Mundial de Comercio En verdad, en nuestra opinión, la UE necesita ampliar su campo de acción para poder abaratar sus enormes costos de producción, producto del sostenimiento de un sistema cerrado y sumamente gravoso en materia de la llamada atención social, por ejemplo.

Un tema para comentar es que el Congreso tiene previsto tratar una nueva reforma en materia tributaria para otorgar mayores facultades a la AFIP en cuanto al control y pago de los aportes provisionales, previéndose penas de prisión de hasta 6 años (algo de eso ya está vigente en la ley antievasión), y también se busca que pueda deducirse del impuesto a las ganancias la remuneración del personal doméstico, como un incentivo para blanquear a esos trabajadores.

La recaudación tributaria de agosto superó los 10.200 millones de pesos, y el total de los primeros 8 meses del año sobrepasa los 78.000 millones de igual moneda. Un 18% más que en igual lapso de 2004. Por su parte la industria textil superó su mayor marca histórica de producción, acontecida en 1997, según datos de la Fundación Pro Tejer. Las exportaciones de cereales y oleaginosas crecieron en el primer semestre un 31% con respecto a igual período del año anterior. También entre diciembre y julio las ventas de alimentos crecieron casi el 9% según lo informado por las cadenas de supermercados. Estos y otros datos positivos, llevan a pensar en la necesidad imperiosa de definir un rumbo, fijar las y mantenerlas dentro de ciertos parámetros previsibles, lo cual lamentablemente no viene ocurriendo, como señalamos una y otra vez.

Es evidente que la campaña electoral ha alterado bastante la marcha de una cierta lógica productiva. Se observa en determinados sectores una especie de anticipación de lo que puede llegar a pasar luego del 23 de octubre. En lugar del clásico “wait and see” se tiende a aumentar stocks antes de que aumente el costo de los insumos.

El problema de la energía sigue vigente, tanto en electricidad como en gas, esencialmente. Según informes privados hay más de 4.000 millones de dólares frenados a la espera de una definición de fondo que clarifique el panorama a largo plazo. La baja de la tasa de IVA a los fertilizantes químicos, produce en los fabricantes de estos productos los mismos efectos que en toda la cadena agropecuaria que se mueve con la tasa diferencial del 10,5%: los insumos siguen gravados al 21%, generando saldos técnicos de difícil recuperación por parte de los productores o fabricantes.

En cuando a la exploración petrolera en zonas marítimas, la exigencia de asociarse con Enarsa (la petrolera estatal de reciente creación) arroja dudas y faltan definiciones, por lo que no avanza como se esperaba que lo hiciera. Ni de lejos.

Sin embargo, diremos también que el gobierno se apresta a suscribir una carta de entendimiento con Aguas Argentinas para la creación de un fideicomiso por 500 millones de pesos anuales a aportar por partes iguales entre la empresa de capitales franceses y el Estado Nacional. El Ente Regulador decidirá el destino de estas inversiones, que será siempre el de ampliaciones en la red. El ajuste de tarifas del agua domiciliaria, lo mismo que el de la electricidad y el gas, quedará para el año entrante.

Y vamos a terminar este trabajo haciendo una referencia al gasto público, medido en porcentaje del PBI. Nos referimos al gasto primario, no financiero. En 1990 la relación era un 19,4% del PBI, en 1994 era un 24,2%, en 2001 (año del desencadenamiento de la crisis), un 25,2% (récord). Hoy, estimado para el año en curso, tal porcentaje ascendería al 24,8%. En 2001 había un gran déficit, y éste se seguía cubriendo con endeudamiento externo, de manera que buena parte del gasto se pagaba con deuda. Hoy hay superávit, y el gasto se paga con los impuestos excesivos y distorsivos que el Dr. Lavagna ni siquiera está dispuesto a discutir porque considera al asunto una cuestión “ideológica”. Tal vez sea así, pero nos permitimos afirmar que más allá da las ideas que cada uno pueda tener, en general estamos de acuerdo en que un sistema como el vigente no puede convertirse en definitivo. No hay que olvidar que las retenciones a las exportaciones se basan primordialmente en el tipo de cambio alto sostenido artificialmente, lo cual provoca incentivos inflacionarios, al tiempo que deteriora el avance tecnológico por el encarecimiento de las importaciones de productos de última generación..

Buenos Aires, 4 de setiembre de 2005
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Economía y tributación
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Como citar este texto: 

Héctor Trillo (04 de Sep de 2005). "Proyecto Económico". [en linea]
Dirección URL: https://www.econlink.com.ar/notas/proyectoeconomico2005.shtml (Consultado el 13 de Mayo de 2021)


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