Desde 1934 hasta fines de los años 80’ la actividad exploratoria de la Argentina estuvo centralizada en Y.P.F. De todas formas, fue importante la tarea exploratoria del sector privado en los inicios de la actividad, pero particularmente desde los años 50’. Hasta ahora se identificaron 24 cuencas sedimentarias (19 en territorio continental y 5 costa afuera), cuya superficie llega casi a 2 millones de km2. Sólo 5 de estas cuencas conocidas son productoras de hidrocarburos y ellas ocupan menos del 30% del área total sedimentaria. El proceso de producción, si bien da como resultado la obtención de líquidos y gases en forma conjunta, varía su mix de acuerdo a las características geológicas de cada cuenca. Así es que, a grandes rasgos, predomina la producción gasífera en el Noroeste y la cuenca Austral, está igualmente repartida en la Neuquina y más sesgada hacia petróleo la de Cuenca San Jorge. En el caso de la más modesta cuenca Cuyana es casi exclusivamente petrolífera.
En estas cuencas productivas: Golfo San Jorge, Neuquina, Cuyana, Noroeste y Austral, se ha concentrado la actividad exploratoria.
Un detalle minucioso de los descubrimientos se encuentra en Turic y Ferrari (1999), aunque no puede soslayarse el más importante de todos: Loma La Lata. Este yacimiento incorporó más de 250 millones de barriles equivalentes de de reservas probadas (el 50,7% de las existentes). Además, fue el motor que aceleró la incorporación del gas natural en la ecuación energética nacional. Otra perla de la industria vendría a incorporarse en 1969 (Mb. Avilé), y adquiere un gran impulso a partir del descubrimiento y desarrollo de la mineralización en el Mb. Troncoso Inferior y Agrio Superior a fines de los 80’: el yacimiento de Chihuido de la Sierra Negra. El uso de la tecnología 3D en este yacimiento se hace a principios de la década del 90´ lo cual impactó de sobre manera en su fuerte desarrollo. Es así como con un volumen de petróleo recuperable final estimado en el orden de los 643 millones de barriles se convertiría en la estrella de los años 90’. En ambos casos se trató de la actividad exploratoria de YPF.
Si bien puede afirmarse que las grandes incorporaciones se produjeron a partir de exploraciones realizadas por la empresa del Estado, han existido pruebas sobradas del riesgo exploratorio de otras empresas del sector privado. En ese sentido Giussani (2007) destaca la actividad exploratoria costa afuera por parte de la empresa Total Austral en la década del 80’ y el de Petrolera San Jorge (actualmente Chevron) en los años 90’, que con la incorporación productiva del área de Huantraico da lugar al último gran descubrimiento de petróleo en la Argentina. A todo esto hay que sumar la incorporación de reservas que viene realizando la firma Panamerican Energy en su yacimiento de Cerro Dragón, cuya concesión original se remonta a la época del presidente Arturo Frondizi (1958-1962). Si bien el presente documento no pretende ahondar en el análisis histórico, no sería completo el panorama de esta industria si no hiciéramos mención a los grandes hitos que ha habido a lo largo de sus 100 años de vida. Nos concentraremos en los dos eventos que tuvieron mayor relevancia luego del descubrimiento, producto de decisiones de carácter estratégico. Ellos son las políticas de incentivo a la inversión privada de los presidentes Frondizi (198-1962) y Menem (1992-1998).
Como citar este texto:
Econlink (16 de Dic de 2008). "La exploración hidrocarburífera en la Argentina". [en linea]
Dirección URL: https://www.econlink.com.ar/petroleo-argentina/explotacion (Consultado el 14 de Mayo de 2021)