¿Talento argentino?

El 9 de agosto de 1947 hizo su primer vuelo el “Pulqui”, un avión a reacción argentino. En los años 40, sólo cinco países del mundo disponían de esa tecnología: EE.UU., Alemania, Japón, Inglaterra, Italia y Argentina. En aquellos años, éste era un país high-tech y a lo largo de estos años, ha sido capaz de lanzar al espacio satélites propios, desarrollar centrales nucleares de cuarta generación y exportar pequeños reactores nucleares. Sin embargo, el día que CFK anunció un programa nacional de sustitución de lámparas de bajo consumo, ninguna empresa argentina disponía de esa tecnología. ¿Por qué?

Los países que no invierten en investigación acaban no teniendo qué producir o siendo meras filiales embaladoras de productos de terceros. Las políticas de desarrollo de la industria nacional se limitaron a poner barreras arancelarias y a subvencionar sectores estratégicos, olvidando sistemáticamente que por cada dólar gastado en Investigación y Desarrollo, (I + D) se recuperan 50 en la vida real.

En los años 50 Corea del Sur tenía una renta per cápita inferior a Mozambique. Conscientes de sus limitaciones, hicieron de la imitación un arte y copiaron lo que plagiaba Japón, que luego desarrollaron y vendieron con demostrada pericia. LG, Samsung, Hyunday, Kia… son prueba de ello. Hoy es uno de los países más prósperos e innovadores del mundo. El número de patentes registradas por Corea en 2006 ascendió a 5.935.

Para quien tenga dudas sobre la relación entre el gasto en i+D y la riqueza inducida, basta decir que Corea del Norte obtuvo sólo 4 patentes en el 2006 y su renta per cápita es de 1.900 dólares/año y frente a los 22.000 de la del Sur, la diferencia más grande a nivel mundial entre dos países fronterizos.

Sin que nadie lo perciba ni parezca preocuparse por ello, Argentina está mucho más próxima al caso norcoreano que al del hermano rico del sur. El número de patentes registradas por empresas y ciudadanos argentinos en 2006 fue de 22, poco más que Estonia, (17), Bahamas (14), Kazajstán (13). Frente a las casi 6.000 de Corea.

A más gasto en i+D, más riqueza. Estados Unidos encabeza el ranking de patentes a nivel mundial, 49.555. Alemania registró 16.929. Otros ejemplos más cercanos son Sudáfrica (349), Brasil (283) y México (136).

Solamente IBM obtuvo en el 2006, 3.621 patentes, 164 veces más que toda Argentina. Y harían falta 113 Argentinas juntas para igualar el número de patentes de Philips, 2.495.

Los países del Golfo Pérsico, por ejemplo, no gastan un céntimo en I+D y son “nominalmente” ricos, pero Israel, que no tiene petróleo, transforma su materia gris en oro negro. Con 135 científicos por 10.000 habitantes, obtuvo 1.725 patentes y gastó el 4.8% de su PBI en investigación. Argentina, diez veces menos, apenas el 0,4.

Para acabar de complicar las cosas, resulta que los resultados (patentes) no dependen tanto de cuánto se gasta sino de cómo se gasta. En EE.UU., Japón y China, el 80% del gasto en i+D corresponde al sector privado mientras que en Argentina la proporción es a la inversa: el 82% de la investigación es “estatal”. Los resultados están a la vista: 22 patentes por año.

¿Cuántas veces hemos oído a CFK hablar sobre la obviedad de que hay que incorporar “valor agregado” a la cadena de producción? En vez de proclamar discursos bienintencionados, sería mejor incidir sobre las verdaderas razones del subdesarrollo. Esas que, por cotidianas, no suscitan ningún debate público y a nadie parecen preocuparle lo más mínimo. Mientras el “Made in Germany” es sinónimo de calidad, “Industria Argentina” se queda en un mero topónimo.

Me llama la atención el poco debate público que suscita este tema. El país está más pendiente de si Tévez marcó con el Manchester o de cuando se sentará Florencia de la V en el diván de Rolón. Y mientras, la presidenta, respondiendo gracietas a los chicos de CQC y repitiendo obviedades sobre la importancia del valor agregado.

22 patentes por año. Que alguien haga algo, por favor, y rápido.

 

Mas opiniones sobre el tema:

http://blogs.clarin.com/maldeplata/posts

 

tecnología

El famoso residuo de Solow... Toda variación del producto que no se deba a aumento en las dotaciones de capital y trabajo, se deben a mejoras en la tecnología. Cuando un país se encuentra en plena ocupación de sus factores de producción, estos (K y L) no pueden aumentear, por lo cual toda variación en el ingreso es debido a cambios en la tecnología, no?.

Así recita la teoría "ortodoxa", odiada por la presidenta... En los países que se encuentran en el pleno empleo de los factores productivos (entiendase este término aproximado a países desarrollados), los cambios en la producción del país son sólo posibles a través de cambios en la tecnología, o a través de la combinación de inmigración hacia ese país y aumento de capital. Con esto último, la economía crecería a la tasa pasiva de crecimiento de la población. Sin embargo las economías desarrolladas crecen mas que esta tasa, y esto es por la tecnología...

Evidentemente, los proyectos en tecnología que se implementaron en la época del general, eran implementados porque se tenía conciencia de que el modelo de sustitución de importaciones ocuparía a toda la mano de obra en poco tiempo, por lo que se necesitaría tecnología para progresar, tecnología que no generaría el sector privado por no poseer competencia. Como ya sabemos que sucedió, Perón fué derrocado, y se recurrieron a políticas "estabilizadoras", que generaron subocupación de los factores productivos. En aquél momento, cualquier intento de hacer política económica seria topaba con demasiados intereses de los "buscadores de renta" asociados al gobierno, a los cuales les convenía (y les conviene aún) la combinación desempleo-proteccionismo, que generaba bajos salarios e ingresos en dólares, mas que invertir en tecnología para lograr competitividad internacional (cualquier parecido con "el modelo" actual es mera coincidencia).

Desde entonces, poco se ha podido hacer en materia económica para lograr ese pleno empleo que "obligue" a los gobernantes y al sector privado a crear tecnología. Recuerdo que no hace muchos meses atrás, y estando en el año 2008, pleno siglo XXI, un ministro jóven perteneciente a una generación que se podría suponer renovadora, recurrió al viejo "latiguillo" usado por los gobernantes protectores de intereses: "la industria infante". Qué mas gráfico que ello!, salarios bajos a través del desempleo, o altos compensados con precios también altos; un dólar alto "protegiendo" a los industriales locales de la "voraz" competencia internacional, y una ineficiencia tecnológica de puta madre, que después de casi 50 años de protección no la podemos erradicar. Parece que los demás países fueran 15 o 20 años adelante que nosotros en el tiempo en la cuestión de tecnología, y que nos tenemos que dedicar por el resto de nuestros días a intercambiar soja por iphones...

Lo lamentable de verdad, es que realmente generamos mucha materia gris en nuestro país, que podría generar mucha tecnología, pero estos cerebros se van al extranjero, y no van a dejar de irse hasta que nuestra sociedad no cambie y estas personas sean valoradas, y no sea mas conocido en los medios el nombre de una chica lesbiana de 15 años con el pelo teñido que se pasa sus días en un shopping antes que el nombre de cada uno de los científicos de nuestro propio país, todos productos de la educación pública, que trabajan en la máquina científica mas compleja que jamás se haya construido en la historia...

Es evidente incluso en este mismo foro, donde pregunto en un tema a dónde les parece que se tiene que dirigir la Argentina en este momento, sin necesidad de dar una respuesta ni rebuscada, ni técnica, y todavía no he recibido ni un sólo post...

Saludos y la verdad es muy bueno el punto que acabás de plantear, esperemos que no muera en la indiferencia.

fuga de cerebros

La fuga de cerebros de la que hablas me parece un punto interesantisimo. Es una autentica sangria para el pais y creo que, a largo plazo, le hace mas daño eso que la evasion de capitales.

Totalmente de acuerdo contigo.

Un saludo

Alejandro Cubero