El objeto del presente trabajo es presentar los primeros instrumentos analíticos, referidos a la Microeconomía, como soporte teórico a la Economía de Complementos, la que también sirve de marco teórico al Desarrollo Local Complementario (DELC) y a la Producción Flexible Complementaria, ambas inscritas en mi obra: Hacia el Desarrollo Local Complementario, la misma que espera algún editor que se arriesgue a publicar algo nuevo.
En este primer intento, la obra indagará sobre los supuestos básicos del Modelo Neoclásico y presentará algunas opciones alternativas, especialmente para los países subdesarrollados. La experiencia ha demostrado que el modelo neoclásico no se adecúa ni a la realidad cultural ni al desenvolvimiento histórico de las poblaciones de nuestros países; en verdad, no se adecúa a ninguna realidad. Las propuestas que se presentarán en esta obra surgirán de la necesidad de tomar en cuenta lo social, lo político, lo cultural y ambiental basado en las percepciones y las prioridades de los pueblos pobres del planeta. También emergerán del hecho de que no todas las poblaciones del mundo tienen como prioridad maximizar beneficios en el proceso productivo, ni maximizar la utilidad de los bienes que adquieren. Se apoyará en la observación empírica de que la exacerbación de la competencia, pivote central del modelo neoclásico, hace de los grupos humanos enemigos declarados unos de los otros, relaciones que se expresan en continuos encuen-tros de renovado antagonismo. Deducirá, por ello, que la lucha miope y feroz por ma-ximizar beneficios y utilidades no es sino la conversión del ser humano en un simple factor de producción, no distinguible de una máquina.
Las propuestas que serán presentadas no apelarán a una cultura de la contradicción antagónica, más bien implicará una política de conciliación de intereses entre los grupos humanos del país, basada en el principio de la Complementariedad, que es un concepto derivado de la cosmovisión andina, aunque adecuado a la percepción occidental. La nueva perspectiva exige la introducción de nuevos personajes en el marco teórico de la nueva propuesta, el estudio de cuyos comportamientos establecerá las nuevas condicio-nes en las que se desenvuelve un país o una región. La inclusión de estos nuevos perso-najes implica la eliminación del homo economicus como unidad de análisis de la nueva disciplina.
La Economía de Complementos no pretende sustituir toda la teoría económica del modelo neoclásico actual; aunque sí, se desprende de una buena parte del instrumental actual y modifica otros, en consonancia con la nueva perspectiva. Algo muy importante es el hecho de que el presente modelo toma como base para su formulación y ejecución, la acción conjunta entre el Municipio y la Empresa, en un proceso en el que postula que será posible la coexistencia pacífica entre el deseo de lograr beneficios, por parte del empresario con los objetivos de prioridad edilicia, planteados por el respectivo Gobierno Municipal, en el marco de las líneas estratégicas diseñadas por el Gobierno De-partamental, en el marco del régimen autonómico.
Postulados de La Economía de Complementos
Los postulados que sustentan la visión de La Economía de Complementos son los si-guientes
Primero
Algún día la suma de los intereses individuales coincidirá con el interés general, tal como lo deseaban los fundadores del liberalismo.
Segundo
Algún día la naturaleza humana será parte de la naturaleza y la naturaleza será parte de la naturaleza humana, como lo preveía Marx.
Tercero
Algún día el Individuo-para-nosotros tomará a la humanidad y a cada uno de los individuos así realizados, como sus complementos plenos y permanentes, tal como lo proyecta mi percepción del futuro.
Seguiremos
Saludos cordiales
Blacutt
Re: Hacia la Economía de Complementos
La Economía de Complementos parte de las siguientes premisas:
Primera
La experiencia de la ex URSS ha demostrado que ningún país puede obviar la fase capitalista en su evolución historica
Segunda
Existe una variedad de formas en las que el capitalismo se expresa y puede expresarse en el mundo, no una sola (Ejemplo: EEUU, Suecia, China....)
Tercera
La tasa de ganancia empieza a reducirse en los países de capitalismo maduro, lo que obliga a que las empresas migren hacia los países subdesarrollados, en los cuales los recursos humanos y naturales son relativamente abundantes
Cuarta
La Economía no es una ciencia puramente descriptiva, cuyos axiomas y postulados nacerían independientemente de la experiencia; al contrario, la Economía de Complementos postula que la Economía es una ciencia cuya conceptualización emerge de la realidad en la historia económica del mundo
Quinta
Las "leyes" de la economía no tienen la condición de la ley de la gravedad; al contrario, más que leyes, son generalizaciones empíricas de tipo probabilístico, no deteministas
Sexta
El modelo neoclásico tiene postulados artificiales y arbitrarios, por lo que en su instrumental analítico se encuentran algunos eslabones teóricos muy débiles
Séptima
El modelo neoclásico no está orientado a solucionar los problemas económicos de los países; simplemente se ha convertido, especialmente en la rama de Microeconomía, en un recetario para que el empresario maximice sus beneficios
Octava
Los principios del capitalismo maduro, al que la Economía de Complementos denomina Capitalismo de Competencia Salvaje, no se adecúa a la mayor parte de los países subdesarrollados
Novena
El Capitalismo de competencia salvaje, en su afán de maximizar beneficios, en un periodo donde la tasa de ganancia disminuye, está devorándose el planeta, debido a que la tasa de explotación de los recursos naturales y la contaminación del medio ambiente supera ya a la tasa de reposición
Décima
El Capitalismo de competencia salvaje, en el afán de competir, recurre a tecnologías cada vez más avanzadas, las que son ahorradoras de mano de obra, por lo que las empresas se están convirtiendo en las más grandes productoras de desempleo en el planeta
Décima Primera
El Capitalismo de competencia salvaje no puede solucionar los problemas de la pobreza; al contrario, al ser un gran concentrador del ingreso en élites privilegiadas, es el causante más grande de la pobreza en el mundo. Esto da lugar al aumento de la criminalidad, la violencia y el terrorismo a nivel mundial
Décima Segunda
El mercado de libre competencia, per se, no puede dar solución a la pobreza y al desempleo, para ello, necesita de la complementación del Estado
Décima tercera
La Economía de Complementos vislumbra una nueva forma de capitalismo a la que ha denominado El Capitalismo de Complementos
La Economía de Complementos se basa en la condición fundamental: sólo la trilogía Estado-Empresa-Sociedad Civil puede lograr incrementar los índices de la calidad de vida del 80% de la población mundial, ahora marginada por el capitalismo de competencia salvaje, el que toma en cuenta sólo la demanda efectiva, respaldada por un poder adquisitivo y no la demanda potencial, en la que se encuentra ese 80% de la población mundial a la que la Economía de Complementos orienta sus visiones doctrinales
De ahí la percepción de llegar al Capitalismo de Complementos, tal como será descrita a través de estas entregas
Espero que esta iniciativa convoque la atención y participación de los foristas
Saludos cordiales
Blacutt
Re: Hacia la Economía de Complementos
La contradicción principal del modelo neoclásico
El modelo neoclásico actual, en su versión de la microeconomía, presenta a dos personajes, el empresario y el consumidor. El primero, tratando de maximizar sus beneficios, los que provienen de los bienes y servicios que vende al segundo. Por su parte, el consumidor, tratando de maximizar la utilidad de los bienes y servicios que compra del empresario. El modelo neoclásico supone que estos dos personajes, con intereses tan antagónicos uno del otro, satisfarán sus cometidos en el mercado, cuando se llegue al punto de “equilibrio”, supuesta panacea universal de los problemas planetarios. Los planteamientos de los teóricos neoclásicos atentan en contra cualquier vestigio de racionalidad, pues no sólo pretende conciliar a dos personajes que tienen intereses opuestos, sino que, esto es lo peor, intentan hacerlo bajo la siguiente afirmación:
"El consumidor asigna a la última unidad del bien consumido un valor menor a la anterior, mientras que el productor encuentra que la última unidad producida tiene un costo mayor que la anterior."
La contradicción surge del postulado neoclásico de que el empresario maximiza sus beneficios produciendo un nivel de Q que se inscribe en el segmento ascendente de su curva de Costo Marginal; el propósito velado de concebir un proceso tan dislocado está en íntima ligazón con la necesidad de identificar el segmento ascendente de la curva del Costo Marginal, con la Curva de Oferta de la empresa. En el intento, los neoclásicos desfiguran por completo la visión de Alfred Marshall, el fundador del pensamiento neoclásico, tal como lo veremos en el desarrollo de esta obra. Esta es la contradicción fundamental del modelo neoclásico: pretender que el comprador, el que asigna a la última unidad del bien adquirido un valor menor al valor de la unidad anterior, concilie intereses con el empresario, el que debe producir esa última unidad a un costo mayor que la anterior y que los intereses de ambos sean resueltos nada menos que por la acción de un mecanismo tan inestable e incierto, como es el mercado de competencia. Cualquier persona con una mente normal, ajena al fanatismo neoliberal, nota de inmediato que estas dos actitudes son antagónicas e irreconciliables y que no pueden convertirse en la base de todo un modelo económico.
Por otra parte, el modelo neoclásico asume un mercado de libre competencia como escenario para su análisis, algo que ya resulta insostenible en estos tiempos, especialmente en el mercado internacional. En la realidad impuesta por la globalización planetaria, la competencia se realiza entre grandes oligopolios, lo que obliga a cada empresario a usar de toda su energía y astucia para expulsar del mercado a cualquier rival. En este proceso, los fines originarios de la producción pasan a segundo plano: nadie se preocupa del consumidor, todos se preocupan de eliminar al rival, a como dé lugar. Anular la competencia, con el objeto de quedarse o lograr un mayor porcentaje del mercado, se ha convertido en el objetivo principal del empresario, lo que agrava las contradicciones que llegan al paroxismo, con la vigencia de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Las empresas oligopólicas enfrentadas de ese modo en el capitalismo de competencia salvaje hacen que este sistema se encuentre en constante y abrumadora tensión, con la secuela consiguiente de males que se extienden sin límite, por todo el planeta. Es del enfrentamiento de estos intereses antagónicos que proviene la incertidumbre, principal rasgo de un capitalismo de competencia salvaje; incertidumbre que impele a los sujetos económicos a obrar por miedo y con desesperación. Pero hay algo más: el capitalismo de competencia salvaje no solamente vuelve antagónicos entre sí a los grupos humanos, también modela al individuo como un ente aislado del mundo y como un zombi que empieza a considerar que los demás seres humanos son rivales contra los que cree que tiene que competir para sobrevivir. En estos intentos se aleja cada vez más de los conceptos del apoyo mutuo y de la solidaridad. En realidad ése es el fondo del llamado “individualismo”, tan preciado por los neoliberales.
El capitalismo de competencia salvaje sólo está cierto de su propia incertidumbre; por eso es que no sólo prevé sino que se basa en la in-certidumbre para llevar adelante sus postulados, algo que repugna intrínsecamente. ¡Qué sistema puede pervivir con una base tan frágil y con tales fuerzas en permanente enfrentamiento! ¡Qué clase de seres humanos merecen la condena de vivir en un mundo así configurado!
Saludos cordiales
Mario Blacutt Mendoza