Si el Banco Central deja que suba el tipo de cambio nominal, en el corto plazo, los bienes locales se hacen mas baratos respecto a los bienes extranjeros, tanto para el país local como para el resto del mundo, esto impulsa las exportaciones y hace menores las importaciones, lo que en un principio podría favorecer el crecimiento a corto plazo, especialmente del sector transables. 

Sin embargo, la suba del tipo de cambio podría tener un impacto muy negativo en la inflación, desatando expectativas de nuevas subas de cambio en el futuro, por lo que los agentes se desprenderán de activos valuados en moneda local, lo que llevará a mas subas de tipo de cambio o bien pérdidas de reservas del banco central. 

La suba de la inflación, causada por el aumento de precio de los transables y de los importados, puede anula la suba nominal del tipo de cambio, es decir, que el tipo de cambio real se puede mantener igual. Incluso, debido a las características de la Argentina (expectativas inflacionarias, muchos activos nominados en dólares, etc.), el tipo de cambio real puede llegar a bajar luego de unos meses despues de que haya subido el tipo de cambio nominal, anulando todos los efectos pero con una mayor inflación.