No existe un sistema impositivo optimo único, sino que depende de las particularidades de cada país, tales como el nivel de desarrollo económico, el funcionamiento de las instituciones, el grado de apertura económica, federalismo fiscal, etc. Es deseable para un sistema óptimo, que cumpla con el principio de equidad y minimice las distorsiones en la economía, es decir, las perdidas de eficiencia en la economía. Otras elemento deseable es que sea simple y fácil de controlar para el fisco, y simple y fácil de cumplir para el contribuyente. A su vez, debería ser estable en el tiempo, a fin de que tanto productores, consumidores, e inversores, puedan planificar con cierta certeza sus decisiones económicas intertemporales. El grado de complejidad del sistema tributario y su inestabilidad, incrementan los costos de cumplimiento. Estos representan los costos directos e indirectos que las personas o empresas erogan para cumplir con el fisco, no solo en las tareas relacionadas con la liquidación del impuesto, sino también con las retenciones y percepciones, y los regimenes de información hacia el fisco. No incluye el monto tributado en si, sino el tiempo destinado a llenar formularios, estudiar las normas vigentes y sus cambios, llevar la contabilidad impositiva, facturas, y pagos a abogados, contadores, asesores financieros, etc.
Desde el punto de vista de la equidad, uno podría preguntarse si el gobierno no debería compensar a los contribuyentes por estos costos de cumplimiento, ya que si estos costos recaen sobre el contribuyente y no se hace cargo el gobierno, no se estaría maximizando el bienestar social. Por otro lado, estos costos de cumplimiento suelen recaer en forma heterogénea entre los contribuyentes por la existencia de economías de escala. De esta forma se ven favorecidas las grandes empresas, y al incorporar estos costos el sistema impositivo se vuelve regresivo.
Desde el punto de vista de la eficiencia, el argumento a favor de que los contribuyentes sean quienes paguen estos costos es que en el caso que se quiera restituir los gastos que eroguen los contribuyentes como costos de cumplimiento, existe problemas de información asimétrica y monitoreo, que generan una perdida de eficiencia en el sistema tributario, donde el costo de controlar que no se adultere la información ni se incurra en gastos innecesarios puede llegar a ser mayor que el costo de cumplimiento de los contribuyentes.
Otra pregunta que surge al momento de diseñar un sistema impositivo óptimo es si es preferible un impuesto único o un sistema tributario. Entre los argumentos a favor del impuesto único esta la simplicidad del sistema y la reducción de los costos de cumplimiento. Un ejemplo seria un impuesto único al trabajo o poll tax donde cada individuo deba pagar un importe fijo. Esto generaría un incentivo para la producción y el trabajo, pues pagara lo mismo el que se esfuerza y obtiene altos rendimientos, que aquel que no. Este tipo de impuestos seria más eficiente que el sistema de impuestos actual (IVA, impuesto al patrimonio, impuesto a la renta, etc.) donde estos últimos producen dos efectos:
- Un efecto sustitución: ya que modifican los precios relativos de los bienes.
- Un efecto ingreso: porque el ingreso de las personas se modifica luego del gravamen.
En cambio en el impuesto único no genera el efecto sustitución. Igualmente, hoy en día con el elevado gasto público de la mayoría de los países, es casi imposible aplicar este impuesto único, ya que la tasa fija seria demasiado elevada como para poder recaudar suficiente para solventar el gasto publico. Por otro lado, al ser esta tasa tan elevada, induciría a la evasión. Desde el punto de vista de la equidad, este tipo de impuesto único no contribuye a una mejor distribución del ingreso.
En cuanto a la progresividad o regresividad del sistema tributario, es deseable que el sistema sea progresivo, donde la presión fiscal para las personas de ingresos bajos sea baja. La disyuntiva de cuan progresivo debe ser el sistema, no es muy fácil de resolver. A medida que el sistema sea más progresivo, será altamente distorsivo, creando una elevada carga excedente.
Desde el punto de vista paretiano, al diseñar el sistema tributario optimo se debe tener en cuenta que nadie puede estar mejor, sin que otra persona este peor. Para elegir que estructura tributaria elegir es necesario utilizar la función social de bienestar. Un sistema progresivo conducirá a que los pobres estén mejor que los sectores de altos ingresos. Aquí también la disyuntiva de cuan progesivo debe ser el sistema depende del juicio de valor, el cual, difiere entre las personas.
Desde el punto de vista utilitarista, la función de bienestar social elige aquella que maximiza la suma de las utilidades individuales, lo cual se produce cuando la pérdida marginal de utilidad por peso recaudado es igual para todos los individuos. Para el utilitarismo el mejor impuesto debería ser progresivo, estableciéndose de manera tal que la perdida de la utilidad marginal por recaudar un peso debería ser igual para todos los individuos. Por ejemplo, si la utilidad marginal del individuo 1 es mayor a la del individuo 2, entonces el individuo 1 deberá pagar más impuestos hasta que la pérdida de la utilidad de ambos sea igual. El problema con este enfoque es que la igualación de la perdida de utilidad se puede producir en un punto donde las tasas de impuestos sean tan altas que desaliente el trabajo y la inversión, generando un elevado nivel de carga excedente y gran perdida en la recaudación.
Siguiendo a John Rawls (1971), se debe elegir la estructura tributaria que maximiza la utilidad de los sectores mas pobres, La sociedad solo debería perseguir el objetivo de maximizar la utilidad de los sectores de menores recursos y la política tributaria debe dirigirse a maximizar el bienestar de estos sectores. Sin embargo esta postura puede no generar una disminución de la desigualdad. Por ejemplo, si una medida genera que el sector de menores ingresos este un 3% mejor, pero al mismo tiempo, el sector de mayores ingresos este un 5% mejor, cumplirá con el criterio de Rawls, pese a que en términos relativos la situación del sector de menores ingresos no cambie, si habrá cambiado en términos absolutos.
Como citar este texto:
Anonimo (31 de Mar de 2008). "Diseño de un Sistema Impositivo Óptimo". [en linea]
Dirección URL: https://www.econlink.com.ar/eficiencia-equidad/sistema-impositivo-optimo (Consultado el 13 de Mayo de 2021)