¿Ahora sí EE.UU. puede liderar la recuperación de la economía mundial?
“Es esencial que todo estadounidense entienda que la batalla por la recuperación económica debe combatirse en dos frentes. Tenemos que hacer arrancar la creación de empleo y la inversión privada, y debemos hacer que el crédito fluya de nuevo a las empresas y las familias”. Palabras del Secretario del Tesoro de los EE.UU., Timothy Geithner, al anunciar el nuevo plan de salvataje para el sector bancario.
Ayer dos buenas noticias surgieron desde los Estados Unidos: el lanzamiento de lo que se ha dado en llamar el Plan de Estabilidad Financiera, anunciado por Geithner y el Paquete de Estímulo Económico (llamado Plan de Recuperación y Reinversión para EE.UU.), pero los mercados no reaccionaron de la manera esperada y cerraron en rojo, en una de las peores jornadas del año. En EE.UU. el Dow Jones perdió un 4,6% de su valor, S&P 500 cerró 4,91% abajo, mientras que el Nasdaq lo hizo 4,2% en rojo.
La poca información, principalmente relacionada al Plan de Estabilidad Financiera, en donde por ejemplo, no se precisó cuánto iba a pagar el gobierno estadounidense por los activos tóxicos, generó una gran desilusión en los mercados de valores, un mal inicio para un plan que busca cambiar las expectativas para reestablecer el crecimiento económico.
El paquete de estímulo económico, por su parte, que contempla un monto total de US$ 838.000 millones, no las tuvo fácil y fue aprobado por 61 votos a favor y 37 en contra (apenas un voto más del necesario para que resulte aprobado). Ahora resta que entre el Senado y la Cámara de Representantes se consensúe el proyecto de ley final.
Las diferencias entre los programas de estímulo económico aprobado por ambas cámaras se encuentran principalmente en el destino de esos fondos. Mientras que la Cámara baja aprobó exenciones fiscales por un monto estimado en US$ 182.300 millones, el Senado contempla en el proyecto que acaba de aprobar, exenciones por un valor de US$ 292.500 millones. Por otra parte, en relación a la cobertura de salud, trabajo y educación, el texto del Senado destina US$ 66.800 millones a ser destinados, mientras que el documento aprobado por la Cámara baja estipula un monto de US$ 92.300 millones.
El Plan de Recuperación y Reinversión para EE.UU. incluye inversiones en infraestructura, energías renovables y transporte, además de ayudas a los estados que están teniendo problemas para cumplir con sus presupuestos. Las estimaciones realizadas por el propio presidente estadounidense indican que el plan salvará o creará entre tres y cuatro millones de empleos.
En relación al plan de rescate financiero se estima que el mismo podría movilizar cerca de US$ 2 billones en dinero público y privado. En el plan de rescate del sector bancario, habrá un programa para la compra de activos tóxicos que captará fondos privados y se iniciará con una inversión de US$ 500.000 millones. Posiblemente se ampliará hasta US$ 1 billón.
De manera complementaria al plan de rescate del sector bancario, la Reserva Federal respaldará nuevos créditos hasta US$ 1 billón. El plan tiene estipulado además intervenir en el mercado inmobiliario (por un monto de entre US$ 50.000 y US$ 100.000 millones) con el objeto de evitar que las familias sufran el embargo de sus viviendas e incluso puedan acceder a la refinanciación de sus créditos hipotecarios.
Con este plan para el sector bancario se pretende limpiar los balances de las entidades para evitar nuevos episodios de crisis, lograr que las mismas cumplan con su fin que es generar financiamiento. Pero el plan también cuida que la calidad de la cartera hipotecaria no se deteriore producto de la preocupante situación económica. Con estos condimentos, el plan de estabilidad financiera pone en condiciones al sector bancario para que reactive el circuito crediticio, necesario para recuperar el crecimiento económico. En este sentido, Geithner decía: “En lugar de catalizar la recuperación, el sistema financiero es un freno para la recuperación y la recesión está poniendo presión sobre los bancos. Esa es una dinámica peligrosa que tenemos que cambiar”.
Si bien el mercado no ha recibido de la mejor manera estas noticias, la pregunta a responder es qué implicancias pueden tener estos dos anuncios para la economía estadounidense en particular y para la economía global en general.
Luego de los múltiples anuncios previos que incluían multimillonarios paquetes de estímulo económico y rescate del sistema financiero, hay que reconocer que existe un cierto nivel de desconfianza acerca de la eficacia de estas medidas para sacar a la economía estadounidense de la situación recesiva en la que se encuentra.
Todavía habrá que esperar un poco más para conocer más detalles sobre dichas medidas y con qué timing se implementarán las mismas. Estas cuestiones no son menores en términos de su efectividad.
El plan de rescate del sistema financiero es de gran relevancia para lograr que el mismo comience a generar el financiamiento necesario para las familias y las empresas. En este sentido quizás sea necesario lograr un compromiso explícito por parte de las entidades financieras para que apoyen a la economía estadounidense generando crédito a la recuperación de la economía. Después de todo, son las mismas grandes responsables de esta crisis y su salvataje se produce con dinero de los contribuyentes estadounidenses.
Por su magnitud, el plan de estímulo económico puede lograr un impacto sensible en la economía estadounidense dándole el empujón necesario para que la misma comience a recuperarse, aunque ello se produciría a un ritmo lento.
La recuperación de la economía estadounidense modificaría las perspectivas para el resto de las economías desarrolladas ya que la reversión en la dinámica de la demanda estadounidense de productos externos producirá un estímulo (aunque probablemente débil), en el resto de las economías.
Pero lo más importante para que el inicio de la recuperación de la economía estadounidense y su influencia positiva en el resto de las economías tenga lugar se relaciona a cómo evolucionarán las expectativas tanto de las familias como de las empresas ya que ello influirá en la dinámica de la demanda interna. Si las familias y las empresas no confían en el efecto positivo de ambos planes sobre la economía, no consumirán ni invertirán por lo que no se reactivará el círculo virtuoso que lleva al crecimiento.
Tanto el programa de estímulo económico como el Plan de Estabilidad Financiera son de utilidad en función de la recuperación económica estadounidense, pero no logran ser una condición suficiente para asegurar la misma ya que los temores que puedan permanecer en los mercados puedan jugar en contra de los mismos.
Luego de que tanto el plan de salvataje como el de estímulo económico estén claramente definidos en su metodología de implementación y en el alcance de los mismos, habrá un tiempo de espera que se tomará el mercado para evaluar la utilidad de los mismos. Este tiempo será clave para discernir si comienza el Ciclo ascendente en la economía estadounidense y mundial o si deberemos seguir navegando en los mares tempestuosos de la crisis con la amenaza de que la situación pueda agravarse aún más.
Fuente: latinforme.com
Como citar este texto:
Anonimo (11 de Feb de 2009). "Plan de Rescate Economía Estadounidense". [en linea]
Dirección URL: https://www.econlink.com.ar/crisis-financiera/plan-rescate (Consultado el 14 de Mayo de 2021)