El Véneto es una región del nordeste de Italia con una superficie de 2 millones de hectáreas y una población de 4 millones de habitantes, cuyo eje es la legendaria Venecia. Hasta principios de los 60 la región mostraba un importante retraso, con un per capita inferior al promedio italiano y una población de bajo nivel educativo dedicada a una agricultura pobre. Su desarrollo industrial era modesto y ligado a dos polos productivos: uno, textil-lanero, que se remonta al siglo XVIII y otro, químico-mecánico, surgido durante el periodo fascista.
A principios de los 50 el 43% de su población activa estaba empleada en la agricultura, un 27% en la industria, principalmente artesanos autónomos, y el restante 30% en el comercio. La agricultura entró en crisis y produjo una fuerte expulsión de mano de obra, que debió migrar en busca de trabajo. Durante una década abandonaron la región unos 40.000 (¡un 10% de la población!) emigrantes por año, situación parcialmente compensada por la alta natalidad local. Este fenómeno, traumático desde el punto de vista social y cultural, evitó el mayor empobrecimiento de la región al generar transferencias y aliviar el desempleo.
Actualmente, sólo 4 décadas después, el cuadro se ha revertido y el Véneto se ha transformado en una de las regiones más prosperas e industrializadas de Europa con un per capita similar al de Holanda, 20% superior al promedio de Italia y la UE. Otra forma de describir esta evolución es considerar el ingreso medio del Véneto, que supera los 23.000 dólares por habitante, tres veces superior al del 60. Por otro lado, el producto regional pasó del 5% al 15% del PBI italiano.
¿Cuáles fueron las razones de este exitoso y acelerado modelo de desarrollo regional?
1- Integración europea. En los 60, poco después de la firma del Tratado de Roma, la situación comienza a revertirse. La pertenencia del Véneto al llamado arco Alpino, la macro región más rica y dinámica de Europa, le permitió aprovechar el impulso del proceso de integración europea para estimular un fuerte desarrollo industrial. En poco tiempo el mercado de trabajo se estabilizó y la emigración se frenó, mejorando la condición económica y social del conjunto de la población.
2- Nichos de calidad. Una de las particularidades de la nueva industrialización fue la especialización regional en sectores vinculados a la moda (vestimenta, pieles, calzado, joyas, anteojos) y el hogar (muebles, cocinas, mármol), utilizando tecnologías de avanzada y alta calidad de producción, lo que facilitó su colocación en mercados de altos ingresos. La metalurgia y la química, sectores habitualmente considerados de punta en los procesos de industrialización, no participaron de este despegue. Posteriormente se sumó a este proceso la industria mecánica, con producciones de tecnología igualmente sofisticada (maquinas industriales, eléctricas y de precisión, entre otras) también destinada a mercados desarrollados.
3- Ventaja Pyme. El bajo requerimiento de capital y la alta calificación laboral requerida por este tipo de modelo industrial facilitó el surgimiento de las pymes. Las empresas de 10 a 50 empleados tuvieron un crecimiento explosivo a costa de las microempresas y talleres familiares, que se transformaron o desaparecieron. En la actualidad la dimensión de la industria véneta promedia los 13 dependientes por unidad.
4- Especialización territorial. La peculiar producción industrial y la localización geográfica de antiguos centros artesanales de la región dieron por resultado la conformación de clusters o distritos industriales. El desarrollo de los distritos se vio facilitado por el surgimiento de producciones personalizadas y a pedido en que se privilegia la relación estrecha con el cliente y la especialización. En la región existen 15 distritos, con al menos 10.000 empresas y 150.000 empleados ocupados en actividades especializadas. Los más importantes son Schio (maquinaria) con 1.700 empresas y 22.000 empleados, Pedemonte (vestimenta) 1.000/18.000, Livenza (muebles) 900/16.000, Verona (muebles) 2.000/11.000, Vicenza (orfebrería) 800/12.000, Arzignano (curtiembre) 500/11.000, Brenta (calzado) 800/10.000 y Belluno (anteojos) 600/6.000.
Más de la mitad de la producción de los distritos se exporta y esto explica que el Véneto sea la región de Italia que actualmente más exporta (1/3 de su PBI) y que más avanzó en este terreno. Las exportaciones son de alto valor agregado y, en su mayoría, destinadas a países ricos. En algunos rubros las marcas de la región ocupan puestos de vanguardia mundial, como en calzado deportivo y de mujer, anteojos, muebles de estilo y artículos de punto.
A titulo de reflexión
El Véneto de nuestros días vive una envidiable crisis de crecimiento, ya que parece haber saturado la potencialidad productiva de sus recursos locales en el marco de una situación de pleno empleo, con una tasa de desocupación regional del 3.5%, inferior a EEUU y Japón.
En lo que hace a su aspecto micro, resulta importante destacar de esta experiencia la exitosa conjugación de dos factores en el desarrollo industrial de la región: tecnología avanzada y producción de alta calidad orientada a mercados exigentes. Este modelo de industrialización se vio favorecido por la existencia de una antigua tradición regional de trabajo artesanal, reflejada en la especialización territorial y la preponderancia pyme.
En lo macro, existe una corriente que intenta demostrar que ese desarrollo se produjo en el contexto de un sector público ausente, tratando de circunscribir los logros al empeño y espíritu empresarial de su gente. Una clara expresión de este pensamiento es la Lega Nord, el movimiento segregacionista liderado por Umberto Bossi, de amplia influencia en la región.
Los que así piensan olvidan hechos fundamentales. En primer lugar, la acertada política de integración europea impulsada por el Estado nacional que sirvió de trampolín para el despegue de la región, una de las mas favorecidas por esta apertura. Asimismo, las políticas activas implementadas por el sector público en favor de las empresas industriales, particularmente pymes, que favorecieron la mejora de la competitividad global, como es el caso de las políticas de financiamiento y promoción comercial que facilitaron la colocación de la producción local en otros mercados.
Finalmente ¿qué es posible rescatar de este modelo para el desarrollo de nuestro país?
A pesar de la dificultad de trasplantar esta experiencia de industrialización, en atención a las grandes diferencias de contexto cultural y económico de ambos paises, es posible rescatar importantes lecciones. Entre otras, la factibilidad de una vía propia y la necesidad de implementar políticas que estimulen la iniciativa privada a través de la apertura de nuevos mercados y la mejora de la competitividad macro. En la Argentina actual el desafío es mayor al Véneto de los 60, obligando a un mayor compromiso del sector público, principalmente en materia de planificación industrial y territorial, financiamiento, modernización de la infraestructura y competitividad de los servicios.
Por Alberto Pontoni.Octubre 2003
Como citar este texto:
Clubmacro (01 de Oct de 2003). "Desarrollo Industrial en Italia: Véneto". [en linea]
Dirección URL: https://www.econlink.com.ar/articulos/italia (Consultado el 14 de Mayo de 2021)
Comentarios
Re: Desarrollo Industrial en Italia: Véneto
Doctor
Alberto Pontoni.
El artículo me parece muy interesante para demostrar que el origen del desarrollo regional, es la exploración y aprovechamiento de las ventajas competitivas existente en la región como guía del cambio social, político, económico, en áreas de localización geográfica.
Y que a su vez esos saberes tradicionales no son ajenos a los cambios tecnológicos y científicos, porque pueden trabajase sin perder la esencia de antaño, solo adaptados para la época y equidad social.